China y Filipinas se acusaron mutuamente este sábado de haber causado deliberadamente colisiones entre barcos de sus guardacostas cerca de un arrecife disputado del mar de China Meridional, tras una serie de incidentes en esa zona.
China reivindica, por razones históricas, prácticamente la totalidad de los islotes que se encuentran en aguas del Mar de China Meridional, lo que le generó roces con vecinos como Filipinas, Vietnam, Brunéi y Malasia.
Desde que en 2022 llegó al poder el presidente Ferdinand Marcos, Filipinas reafirmó con más decisión sus pretensiones de soberanía en algunos arrecifes disputados con China. Y en los últimos días las tensiones entre ambos países fueron escalando.
Este sábado, el gigante asiático intentó adelantarse y dio su versión del incidente. «A las 12.06 (04:06 GMT), el barco filipino ‘No. 9701’ colisionó deliberadamente con el navío chino ‘5205’», indicó Liu Dejun, portavoz de los guardacostas chinos, citado por la cadena pública CCTV.
Pero, según el portavoz de la Guardia Costera filipina, Jay Tarriela, fue el barco de la guardia costera china el que «embistió directa e intencionadamente» al buque filipino BRP Teresa Magbanua.
Esta embarcación permanecía anclada en la zona desde abril con el fin de afirmar el reclamo de Filipinas sobre esta zona.
Tarriela dijo que el buque filipino fue embestido tres veces y que ningún miembro de la tripulación resultó herido. También recordó que esta colisión es el quinto incidente con barcos chinos este mes.
El choque se produjo en aguas cercanas al arrecife Xianbin, conocido en Filipinas como «Sabina». Está situado a 140 kilómetros de las costas filipinas y a 1.200 kilómetros de la isla china de Hainan, y fue escenario de varios incidentes en los últimos días.
El domingo, Manila acusó a barcos chinos de haber golpeado a un pesquero filipino y de haber usado cañones de agua contra él cerca de ese arrecife.
La confrontación entre China y Filipinas aviva el temor a que estalle un conflicto susceptible de incluir la intervención de Washington, que firmó un tratado de defensa mutua con Manila.
Una larga historia de reclamos
Los choques entre buques chinos y filipinos se convirtieron en algo habitual en el mar de China Meridional, una de las zonas marítimas más disputadas del mundo, pero el principal riesgo en estas convulsas aguas es que se convierta en el escenario de un potencial conflicto entre Pekín y Washington.
China y Estados Unidos no mantienen ninguna disputa soberanista directa en el estratégico mar de China Meridional, pero Washington tiene un pacto de defensa mutua con Filipinas que le obliga a acudir en su ayuda en caso de un ataque militar.
La importancia de este mar, que incluye los archipiélagos Spratly y Paracel, radica en que es el paso de un tercio del tráfico marítimo mundial y cuenta con el 12 por ciento de los caladeros de pesca de todo el mundo, así como potenciales yacimientos de hidrocarburos.
De momento, los choques entre barcos chinos y filipinos, incluidos los registrados cerca de un viejo buque filipino varado con una guarnición a bordo en el atolón Second Thomas, no causaron daños graves, aunque el pasado junio un marino filipino perdió un dedo en otro encontronazo marino.
El pasado abril el presidente filipino explicó en una conferencia en Manila que el tratado de defensa mutua, firmado en 1951, se activaría en el hipotético caso de que un soldado o marino de la guardia costera filipina muriera en uno de estos choques.
En este sentido, el presidente estadounidense, Joe Biden, aclaró en Washington su compromiso con el pacto: «Cualquier ataque a un avión, barco o a las fuerzas armadas filipinas en el mar de China Meridional invocaría nuestro tratado de defensa mutua».
Sin embargo, China -que cuenta con la mayor flota marítima del mundo y que sí se muestra más belicoso con Taiwán- y Filipinas, apoyada por Washington, tratan de evitar una escalada.