En todas las vueltas de la vida, el empresario y desarrollador hotelero Alan Faena se las arregla para pasar por Buenos Aires. Esta vez vino para presentar su nuevo libro, Arquitectura horizontal. En la actualidad está residiendo en París junto a Grace Goldsmith, su nueva esposa, quien está embarazada de siete meses. La futura mamá no estuvo presente en este encuentro con la prensa. «¡Enhorabuena!», fue el comentario general. «Yo todavía no lo puedo creer, y falta tan poquito». La noticia compensa la tristeza por la reciente muerte de su padre.
Se trata de la continuación de un primer libro de Faena con sus reflexiones vitales, Arquitectura de Ser, incluido en este volumen. En esta segunda parte, ofrece el marco de carácter existencial, en el que ahonda en meditaciones sobre cómo las acciones (de eso trata lo «horizontal») son motivadas y puestas en marcha. «En la arquitectura horizontal –escribe– encontramos la fórmula para crear y accionar nuestra vida en este presente inmenso moviéndose en silencio».
Faena y Grace Goldsmith se casaron hace un año en Buenos Aires y, según muchos recuerdan hasta hoy, la fiesta de bodas fue amenizada por sublimes boleros. La futura mamá, que es encargada de la División de Arte del Bank of America, pertenece a una familia de gran fortuna estadounidense. Faena ya tiene un hijo, Noah, de 14 años, con su primera mujer, la curadora Ximena Caminos. Ellos siguen residiendo en Miami, donde Caminos tiene una rica trayectoria en la escena artística.
“Esta es la unión de dos libros sobre el misterio del vivir, sobre mis experiencias y mis ideas, sobre el trabajo de una vida para poder ser libre, sobre no caminar el camino de otro y crear el propio. Esto hace al desafío de cada vida”, en palabras del propio Alan a la entrevistadora, Cristina Pérez.