Corea del Norte aseguró que este lunes testeó con éxito un nuevo misil balístico táctico capaz de transportar una ojiva de gran tamaño, lanzando dos proyectiles de este tipo. Sin embargo, esa afirmación planteó algunas dudas, porque Corea del Sur indicó que uno de los dos misiles pareció estallar en el aire.
La agencia oficial norcoreana KCNA manifestó que el misil Hwasong-11Da-4.5 fue lanzado con éxito y es capaz de cargar una ojiva de 4,5 toneladas.
«El disparo de prueba fue realizado con un misil que llevaba una simulación de ojiva pesada para verificar su estabilidad de vuelo y precisión en el rango máximo de 500 kilómetros y el rango mínimo de 90 km», informó la prensa estatal norcoreana.
Una ojiva súper grande figura en la lista de armas avanzadas presentadas en 2021 por el líder norcoreano, Kim Jong Un, como prioritarias para desarrollar. La lista incluye también un satélite militar espía y un misil balístico intercontinental de combustible sólido.
La denominación «Da» del misil indica que se trata de una tercera versión del Hwasong-11, un misil de corto alcance desvelado por primera vez en 2019 y basado en el lskander ruso que, al igual que este proyectil, es capaz de volar con una trayectoria cuasi-balística.
Según KCNA, los lanzamientos se realizaron empleando dos rangos diferentes para «verificar la estabilidad de vuelo y la precisión de impacto» con un alcance máximo de 500 kilómetros y uno mínimo de 90 kilómetros.
El texto anticipó también que se realizará un segundo lanzamiento este julio «para verificar las características de vuelo, la precisión y el poder explosivo de una ojiva de gran tamaño con un alcance medio de 250 kilómetros».
Por el contrario, las fuerzas armadas de Corea del Sur informaron previamente que los lanzamientos del lunes correspondieron a dos misiles balísticos de corto alcance y que uno de ellos explotó en pleno vuelo.
También sostuvieron que Pionyang los lanzó en dirección noreste desde la provincia de Hwanghae del Sur (suroeste del país) y que el primero voló unos 600 kilómetros. El segundo, no obstante, recorrió solo unos 120 kilómetros antes de desaparecer del radar, por lo que pudo caer en tierra firme, según portavoces del Estado Mayor Conjunto (JCS) surcoreano.
Es el segundo lanzamiento norcoreano aparentemente fallido en apenas una semana, ya que el pasado 26 de junio Pionyang disparó otro misil que pareció estallar en la fase inicial de vuelo, según vídeos captados y publicados por el ejército sureño.
En esa ocasión, el régimen, que suele compartir abundante material gráfico cuando una prueba de armas es exitosa, publicó tan solo una foto que parecía corresponder a un lanzamiento antiguo.
Los lanzamientos del lunes se dieron luego de que Kim denunciara los recientes ejercicios militares de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón como una «versión asiática de la OTAN» y advirtiera que tendría «consecuencias fatales».
En el reporte de KCNA, el arma fue «descrita como una ‘ojiva súper grande’, omitiendo deliberadamente la palabra ‘nuclear'», señaló Hong Min, analista del Instituto Corea para la Unificación Nacional, de Seúl.
«Dado que es capaz de transportar una ojiva nuclear, se le puede considerar como un arma nuclear», dijo Hong Min.
Las relaciones entre las dos Coreas se encuentran en uno de sus puntos más bajos en años, con la intensificación de las pruebas de armas de parte del Norte, al tiempo que lanza globos cargados de basura al Sur.
Pyongyang dice que esos globos son una represalia por los globos cargados de propaganda contra el régimen que activistas envían desde Corea del Sur.
Con información de AFP y EFE.