No demoró un siglo en llegar a la serie que se verá durante el segundo semestre en Netflix, basada en la inolvidable Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, pero si se tiene en cuenta que la obra maestra del Premio Nobel colombiano tiene ya 57 años de existencia, bien podríamos decir que más de medio siglo después, ante la opinión pública internacional, la novela insigne del maestro de Aracataca tendrá una segunda vida en 16 capítulos.
La fecha exacta aún no se dio a conocer, pero sí se han filtrado detalles de la mega producción de Netflix que, según varias fuentes, está considerada la más cara jamás filmada por la plataforma de streaming.
Durante los meses de filmación, Netflix abrió un sinfín de puestos de trabajo, dado que la construcción de Macondo, el pueblo de ficción donde transcurre la historia de siete generaciones de la familia Buendía, demandó la presencia de albañiles, arquitectos, diseñadores de producción, técnicos, iluminadores, productores, camarógrafos y 20 mil extras.
Según cuenta el editor Julio César Guzmán en un video del periódico colombiano El Tiempo “Macondo fue recreado en un pueblo cerca de Alvarado, Tolima” y se construyeron 40 mil metros cuadrados de casas.
La historia no comenzará exactamente en el Macondo de 20 casas de barro, como Gabriel García Márquez narró en Cien años de soledad, libro que muchos expertos en su obra consideran la reescritura del Génesis, libro inicial de la Biblia. Antes bien, la serie presentará la casa de la familia ya reformada luego del éxito económico de Ursula Iguarán “con la venta de sus animalitos de caramelo”, tal como se cuenta en el video.
El Macondo de ficción
La casa de los Buendía, que ocupa unas 52 héctareas, demandó doce semanas exhaustivas de construcción y muchos de los detalles de la familia protagonista fueron respetados, tal y como los escribió Gabo. Más de 500 personas estuvieron destinadas a la edificación de 90 inmuebles y casas en el Macondo de ficción.
Incluso se respetó el uso de materiales autóctonos y se sembraron 16 mil plantas autóctonas para que el pueblo huela como el que inventó García Márquez, un dato curioso si se tiene en cuenta que, por lo menos todavía, la televisión por streaming no tiene olor. Pero nunca se sabe…
El trabajo con los vestuarios no fue menor dado que tienen que atravesar un siglo. Se confeccionaron, siempre según lo que cuenta El Tiempo, 12 mil prendas diferentes que incluyen el misterioso traje de terciopelo azul de Melquíades, el narrador que anticipa los cien años de soledad. Por su parte, 150 artesanos se encargaron de crear los accesorios.
Netflix no ha develado cómo se filmaron las escenas más impactantes de la novela, incluidas las sobrenaturales, lo que será develado a lo largo de los 16 capítulos que, se descarta, será encumbrada velozmente entre las más vistas.
La serie se estrena en el décimo aniversario de la muerte del escritor que nunca quiso que Cien años de soledad se filmara ni se convirtiera en serie.
Video
Adelanto de «Cien años de soledad», la nueva producción de Netflix sobre el libro de García Márquez.
Sus hijos Gonzalo y Rodrigo García Barcha, de su matrimonio con Mercedes Barcha, son productores ejecutivos de la serie. En la dirección compartida están la colombiana Laura Mora Ortega (Matar a Jesús) y el argentino Alex García López (The witcher). En el diseño de producción hay un oscarizado: se trata de Eugenio Caballero (El laberinto del fauno), junto a la argentino-mexicana Bárbara Enríquez (Roma).
Raíces colombianas
El elenco ha sido elegido privilegiando las raíces colombianas. Como el coronel Aureliano Buendía en su adultez está el actor Claudio Cataño, en tanto Jerónimo Barrón y Santiago Vázquez interpretan al mismo personaje durante su niñez y adolescencia.
En su sitio oficial, la plataforma de streaming ya anuncia: “El libro cobra vida. En Macondo, ese lugar sin tiempo, siete generaciones de la familia Buendía se enfrentan al amor, al olvido y lo ineludible de su pasado… y de su destino”. Y a continuación se puede ver el primer tráiler de la serie.
Con más de 30 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo y más de 40 traducciones, Cien años de soledad no solo es una obra cumbre de la literatura en español, sino que su magia convirtió a su autor en leyenda.
Gabo ganó a partir de entonces el Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos en 1972, el Premio al Mejor Libro Extranjero en Francia en 1969, y el Nobel de Literatura en 1982. Su adaptación es un acontecimiento único que permitirá poner el foco en la literatura latinoamericana.
Un día de suerte
Según cuenta la publicación Vanity Fair que accedió a material de la serie, una tarde de junio de 1965, García Márquez regresaba a su hotel después de un día completo como guionista en el set de una película en las afueras de la Ciudad de México cuando se encontró con una pareja que lo esperaba. El narrador había publicado cuatro libros sin demasiada suerte y tenía poco más de 30 años. Aún faltaban dos años para que su éxito estallara.
Pero Cien años de soledad ya se agitaba dentro de su cabeza y le había dicho a su hermano menor que “algún día escribiría un libro que sería leído más que Don Quijote, y después de su boda le dijo a su esposa, Mercedes, que no se preocupara por el dinero porque a los 40 años publicaría un novela que todo el mundo conocería”.
La editorial Harper & Row había encargado a la pareja que esperaba a Gabo García Márquez en su hotel mexicano –la intérprete alemana Barbara Dohmann y el escritor chileno Luis Harss–, que entrevistaran a escritores latinoamericanos para un libro que presentaría sus trabajos a la audiencia estadounidense.
García Márquez conversó con los enviados de Harper & Row acostado en la cama y fumando un cigarrillo tras otro. Cuando Dohmann y Harss leyeron Cien años de soledad tiempo después se percataron que Gabo les había contado el libro en aquel encuentro.
El escritor colombiano intentó abordar su obra cumbre ya en la década del 50. Escribía en rollos de papel de diario que tomaba del periódico donde trabajaba en Barranquilla. Cuando terminó de escribir la historia “de un pueblo tropical llamado Macondo que no aparece en ningún mapa” se lo envió a Carlos Fuentes.
Era un volumen enorme pero el reconocido escritor mexicano lo leyó y le hizo una devolución: “La magnificencia de la novela lo había dejado destrozado”. Así lo recoge Vanity.
Publicación en la Argentina
Lo demás es historia conocida. El enorme éxito de Cien años de soledad nació en la Argentina, de la mano de Editorial Sudamericana y el recordado editor Paco Porrúa, en 1967. La primera tirada de 10 mil ejemplares se agotó en tres semanas. Y como alguna vez contó Tomás Eloy Martínez, hasta las amas de casa llevaban la novela en la bolsa de sus compras. Tan hondo había calado la maravilla de Gabo.
Obra de arte, encarnación de la literatura mundial, Cien años de soledad no es una novela fácil de traducir a otro lenguaje artístico. Sobre todo porque con ella a García Márquez se le atribuye haber alumbrado el género en el que después abrevaron otros escritores latinoamericanos: el realismo mágico.
Dos de sus obras reconocidas, Crónica de una muerte anunciada y El amor en los tiempos del cólera, fueron llevadas al cine y la crítica cayó sobre ellas como una espada de Damocles. De allí que exista tanto secreto con esta producción de Netflix y tanta expectativa con la llegada al streaming de Cien años de soledad.
En la década del 70, cuando el libro se publicó en Estados Unidos, el New York Times lo coronó como “un Génesis sudamericano”. De ahí en más todo fue la construcción de una leyenda que nos hizo mejores lectores y atizó nuestra imaginación. Si existe un Olimpo para los grandes narradores que nos han cambiado la vida, Gabriel García Márquez merece un sitial de privilegio allí.