Iniciativas más duras contra el aborto o el consumo de marihuana: la mayoría conservadora del Congreso en Brasil desafía al gobierno de centroizquierda de Luiz Inácio Lula da Silva al encadenar victorias en la «batalla cultural», que fractura a la sociedad.
Aunque Lula se impuso sobre el ex presidente de ultraderecha Jair Bolsonaro (2019-2022) en las elecciones de 2022, la derecha reforzó en la misma ocasión su dominio de la Cámara de Diputados y el Senado.
Solo el Partido Liberal (PL) de Bolsonaro cuenta con 96 de los 513 diputados, lo que le convierte en la principal formación del hemiciclo. Además, los evangélicos, miembros de diversos partidos, suman 203 escaños, es decir, casi 40% del total de la Cámara Baja.
En las últimas semanas, proyectos parlamentarios sobre valores y prácticas en torno a la familia, la salud, la seguridad y el género avanzaron con el voto conservador.
El peso de los evangélicos
La semana pasada la Cámara Baja aprobó tramitar de «urgencia» un texto que equipara el aborto a partir de 22 semanas con el homicidio, incluso en casos de violación.
La iniciativa suscitó una enorme polémica y miles de manifestantes protestaron en varias ciudades, mientras que Lula, que asegura que personalmente se opone al aborto, la tachó de «locura».
La discusión sobre valores «estaba antes muy restringida a ciertos grupos y lugares, pero desde Bolsonaro se convirtió en un asunto nacional, una bandera que los políticos se disputan y que los hace ganar elecciones», explica a la AFP Carolina Botelho, del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Sao Paulo.
Según la politóloga, grupos «más radicales» ligados a las iglesias neopentecostales «están conquistando a grandes pasos un poder tanto financiero como político e intentan hacer valer su cultura».
Aquí, algunas de las iniciativas conservadoras que avanzaron en el país.
Aborto
En Brasil, la ley de 1940 autoriza el aborto si hay riesgo de vida para la mujer, si fue violada o el feto tiene malformación cerebral, sin restricciones de tiempo para practicar el procedimiento.
Fuera de esas excepciones, interrumpir un embarazo puede acarrear penas de hasta cuatro años de cárcel.
La nueva propuesta califica como «homicidio simple» el aborto después de la semana 22, incluso en casos de violación, y prevé un castigo de seis a 20 años, el doble de la pena máxima para un violador.
Ante las protestas, el presidente de la Cámara de Diputados, Arthur Lira, decidió meter el freno. En lugar de ser llevado directamente al plenario se creará una comisión para «debatir el tema de manera amplia en el segundo semestre», anunció el martes.
Su aprobación puede afectar especialmente a menores víctimas de violación, que a menudo no se atreven a hablar o no detectan indicios de embarazo hasta mucho después.
Según una reciente encuesta del instituto Datafolha, 35% de los brasileños defiende la prohibición del aborto sin excepciones.
Consumo de drogas
El Senado aprobó en abril un proyecto que haría de la posesión de drogas en cualquier cantidad un delito constitucional.
La iniciativa, que debe ir a debate en la Cámara de Diputados, es vista como un desafío al Supremo Tribunal Federal, que evalúa la despenalización del cannabis para uso personal.
Human Rigths Watch criticó la enmienda al estimar que «impulsa operaciones policiales letales en las comunidades y llena las cárceles con personas que no deberían estar tras las rejas».
Miles de personas protestaron el domingo en San Pablo contra la modificación constitucional y para pedir que se despenalice el consumo de la marihuana.
Familia y orientación sexual
Los legisladores aprobaron en mayo una norma que impide financiar con recursos públicos acciones encaminadas a «extinguir el concepto de familia tradicional» o «influenciar niños y adolescentes, desde la guardería hasta la escuela secundaria, a tener opciones sexuales diferentes del sexo biológico».
La disposición, que ya entró en vigor, también impide destinar dinero público a cirugías de cambio de sexo en menores.
Pocos días después, tras la multitudinaria marcha del orgullo LGBT+ en San Pablo, un diputado del PL dijo que impulsará la prohibición de asistencia de menores a esa celebración.
Armas
La Cámara Baja aprobó también en mayo un proyecto que flexibiliza el acceso a armas y la ubicación de los clubes de tiro.
El texto invalidó restricciones establecidas por un decreto del presidente Lula a la compra de pistolas de aire comprimido o de resorte, y al establecimiento de clubes de tiro a menos de un kilómetro de instituciones educativas.
Además, eliminó multas por publicidad a armas de fuego, tiro deportivo y caza.