La verdad es que no hay que usar mucho la imaginación para saber que en algún momento no vamos a poder diferenciar entre una persona real y un avatar digital arriba del escenario. La cuestión hoy pasa por si a la tecnología le da la nafta para que una de las bandas más famosas de todos los tiempos no pase papelones con sus fans.
A despejar esos fantasmas apunta Paul Stanley en una nota con la gente de The Allison Hangendorf Show: “No es lo que se vio en el avance en vídeo. Fue un arma de doble filo porque estábamos mostrando a la gente los avatares en su infancia. Y no se parecen, ni se parecerán, en nada. Serán tan realistas que te dejarán alucinado”.
¿O sea que lo que vimos, y no gustó, fue un adelanto y no el resultado definitivo? “Sí. El estado del arte y lo que la tecnología puede hacer hoy en día es increíble. En las afueras de Londres hay un espectáculo de ABBA que lleva tres años agotando las entradas. Y Pophouse, la gente detrás de eso, son las personas que están trabajando con nosotros. Ese espectáculo es simplemente increíble. Y, sin embargo, esa tecnología es ahora vieja. George Lucas (el capo atrás de todo el universo Star Wars) está involucrado con los avatares. Y es realmente increíble”.
“Queremos crear algo que sea imprescindible para todo el mundo. A los fans de Kiss les encantará, pero otras personas a las que les importa un carajo Kiss también querrán verlo. Va a ser alucinante. Es Kiss y el Cirque du Soleil y todo lo que puedas imaginar con esteroides. Pero cruzará ese puente de lo que es real y lo que no, y combinará las dos cosas… Será increíble. La idea de que vamos a simular un espectáculo en directo – dejaremos eso a otra persona. No tenemos ningún deseo de hacer eso. Queremos crear Kiss, que es algo que rompe las reglas, no que vive dentro de ellas”.