Una riña entre reclusos dejó 15 muertos y 14 heridos en la Penitenciaría del Litoral en Ecuador, la cárcel más grande del país, que está bajo control de los militares, informó el martes el organismo penitenciario estatal.
En un comunicado la Secretaría Nacional de Atención a Privados de la Libertad precisó que el saldo es producto “de graves incidentes entre personas privadas de la libertad” ocurridos durante la madrugada.
Los policías y militares que controlan la prisión, en la ciudad portuaria de Guayaquil, “actuaron de manera inmediata para tomar control total de las instalaciones y activar un operativo de requisa” a gran escala antes de iniciar las investigaciones.
Los hechos ocurrieron en una convulsa cárcel del puerto ecuatoriano de Guayaquil, escenario frecuente de masacres, informó el organismo estatal a cargo de las prisiones (SNAI).
«Esta madrugada, en un pabellón específico de la Penitenciaría del Litoral, se registraron graves incidentes entre Personas Privadas de Libertad (PPL), resultando en un saldo de preliminar de 15 fallecidos y 14 heridos», señaló la entidad en un comunicado.
El comunicado agregó que «15 personas privadas de libertad fueron asesinadas en los disturbios registrados en la Penitenciaría del Litoral, este martes 12 de noviembre. Además, 14 resultaron heridos. Actualmente, el centro penitenciario se encuentra bajo control absoluto».
El comunicado agrega que los hechos estallaron de madrugada en un pabellón específico del centro carcelario.
La Penitenciaría del Litoral es la cárcel más grande del complejo carcelario de Guayaquil, un conjunto de cinco prisiones donde están recluidos alrededor de 12.000 presos, y que en años anteriores ha sido el escenario de las peores masacres entre reos registradas dentro de la ola de violencia criminal en la que se encuentra Ecuador desde finales de 2020.
La nueva masacre en la cárcel ocurre mientras avanzan los preparativos para la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno, que se llevará a cabo entre el 14 y el 15 de noviembre en la ciudad andina de Cuenca bajo el lema ‘Innovación, inclusión y sostenibilidad’, donde existe ya un amplio operativo de seguridad, con militares armados que recorren las calles.
#ATENCIÓN@SNAI_Ec informa que 15 personas privadas de libertad fueron asesinadas en los disturbios registrados en la Penitenciaría del Litoral, este martes 12 de noviembre. Además, 14 resultaron heridos. Actualmente, el centro penitenciario se encuentra bajo control absoluto. pic.twitter.com/BxqbsdlIxj
— Ecuador En Directo (@EcEnDirecto) November 12, 2024
Oleada de matanzas
Las cárceles de Ecuador están bajo control de los militares desde enero pasado cuando el presidente, Daniel Noboa, declaró el conflicto armado ínterno contra los grupos criminales, a los que pasó a llamar «terroristas» y a los que se atribuyen las masacres ocurridas en las cárceles en los últimos años.
Entre los hechos violentos más recientes vinculados a las cárceles figura el asesinato, en septiembre pasado, de María Daniela Icaza, directora de la Penitenciaría del Litoral, ocurrido pocos días después del asesinato de Alex Guevara, director de la cárcel de la ciudad de Lago Agrio, en la Amazonía del país.
En las cárceles de Ecuador han sido asesinados entre 2021 y 2023 más de 500 presos, la mayoría en una serie de masacres carcelarias por enfrentamientos entre bandas criminales rivales.
Durante 2023 se registraron cerca de 70 muertes violentas en las cárceles de Ecuador, siendo la de mayor magnitud un motín en la Penitenciaría del Litoral que dejó 31 muertos en tres días.
Ola de violencia criminal
Ecuador atraviesa por una crisis de inseguridad que lo ha ubicado como el país latinoamericano con la tasa más alta de homicidios, al registrar 47,2 por cada 100.000 habitantes en 2023.
La oleada de asesinatos se ha cobrado también la vida de otros directores de cárceles, así como autoridades del aparato judicial como fiscales y del ámbito municipal, entre ellos varios alcaldes, además del asesinato en agosto de 2023 del entonces candidato presidencial, Fernando Villavicencio.
Producto de este fenómeno, y a raíz del asalto de un grupo de hombres armados al canal TC Televisión y a una serie de motines simultáneos en varias cárceles acompañados de otros hechos de violencia en las calles, el presidente, Daniel Noboa, elevó desde inicios de año la lucha contra el crimen organizado a la categoría de «conflicto armado interno».
Con ello catalogó a las bandas criminales como grupos terroristas y decretó una serie de estados de excepción donde, entre otras medidas, militarizó las cárceles que se encontraban controladas por estas estructuras del crimen organizado.