02/05/2024

Andy Kusnetzoff da ‘un salto al vacío para reflexionar sobre el sentido de la vida’


Kunetzoff Es un desafo enorme debo aprender un texto que tengo que sostener solo arriba del escenario Foto Cris Sille
Kunetzoff: «Es un desafío enorme debo aprender un texto que tengo que sostener solo arriba del escenario» / Foto: Cris Sille.

El periodista y conductor Andy Kusnetzoff, que este sábado a las 22 regresará a la pantalla de Telefe con una nueva temporada de «Podemos Hablar», continúa ensayando «Las cosas maravillosas», el unipersonal dirigido por Mey Scápola al que definió como «un gran salto al vacío» profesional y una «experiencia colectiva para reflexionar sobre el sentido de la vida».

«Es una obra hermosa, con mucho humor y emoción, pero es un desafío enorme porque implica aprender un texto larguísimo que tengo que sostener solo arriba del escenario«, reconoció en charla con Télam Kusnetzoff, quien lleva más de treinta años en los medios pero pocas veces se atrevió a probarse el traje de actor.

La primera experiencia del conductor histórico de «Perros de la calle» (Urbana Play) había sido en 2012 con «Graduados» (Telefe), la tira protagonizada por Nancy Dupláa y Daniel Hendler que marcaba 20 puntos y que lo animó a encarnar otro papel más adelante en «Viudas e hijos del rock and roll», en el mismo canal.

Tres años después, debutó en teatro con «Happy Hour», un monólogo «a medida» -como lo define- en el que reflexionaba en primera persona sobre la titánica y frustrante tarea de intentar ser felices.

«Pero el desafío acá en ‘Las cosas maravillosas’ es que no soy yo», aclaró. Hilando fino, podría decirse que la temática de aquella propuesta tiene un punto lejano de conexión con el proyecto que le acercó Mey Scapola. Porque la pieza inglesa escrita por el dramaturgo Duncan Macmillan y el comediante Jonny Donahoe trata sobre un personaje que intenta armar una lista con «todas las cosas maravillosas que hay en el mundo» y «todo aquello por lo que vale la pena vivir» para ayudar a su madre a salir de un cuadro depresivo.

La obra tiene la particularidad de que va cambiando de protagonista cada tantas semanas. En 2022, Peter Lanzani fue el primer narrador, bajo la dirección de Dalia Elnecavé. La temporada actual, de la mano de Scápola, comenzó con Lali González, a la que siguió Franco Masini. La versión de Andy Kusnetzoff llegará el 25 de septiembre al escenario del Multiteatro con funciones los lunes y martes.

– ¿Cómo surgió esta propuesta?
– Vino del lado de Mey Scápola. Hace veinte años estudié teatro con Julio Chávez y ella era su asistente. Después compartimos «Graduados» y ella me coacheaba todas las escenas, es una gran profesora aunque no lo sea. Y en esta propuesta, donde la producción le dio a ella la posibilidad de elegir los distintos narradores, ella me lo ofreció a mí. En ese momento ya había hecho la versión Peter Lanzani. ¡Peter Lanzani! (risas) Me parecía mucho hacer algo que había hecho él, pero ella me dijo «mirala». Así que vi el documental (interpretado por Donahoe y con el título «Todas las cosas brillantes», está disponible en HBO Max) y a los diez minutos la llamé y le dije: «¡la voy a hacer!».

– ¿Por qué?
– Es una experiencia teatral que habla de la vida con mucho humor y emoción. Y la obra es el resultado de una colaboración colectiva que se termina de construir con el público. Cada función tiene mucho que ver con la gente que va a verla y eso me fascinó. Creo que sin ese condimento no hubiese sentido que estaba para hacer teatro, pero eso me permitía usar herramientas de mi trabajo cotidiano, porque es lo que hice toda mi vida.

– ¿Qué te interesó de la temática que aborda?
– Lo primero que pensé fue que tenía que ver con todos los temas de los que hablo a diario en la radio. Recorre la vida de un pibe desde los siete años hasta el presente, que para ayudar a un familiar que atraviesa temas de salud mental hace una lista de cosas maravillosas para tratar de alegrarlo. Habla sobre el sentido de la vida; es más una experiencia teatral de la que el público seguro va a salir distinto de lo que entra.

– ¿Fue difícil salir del rol de conductor o periodista?
– Cuando en los ensayos hago un chiste Mey me dice «ese es Andy, no podés hacerlo», así que tengo muchas menos herramientas, pero si sabés el texto la obra se defiende sola porque es muy buena. Y ahí vino el otro problema, porque el texto es larguísimo, es un gran desafío, y un poco de miedo me da. El otro día vinieron a verme diez personas al ensayo y me puse nervioso, no me salía la letra. El siguiente ensayo fui preparado tipo He-Man y salió mejor, pero tuve momentos de «para qué me metí en esto».

– ¿Y qué te contestabas?
– No pude, pero hay que seguir, porque creo que estas cosas te hacen crecer. Sobre todo como persona, poniéndote un desafío incómodo y superándolo: «Aprendí algo nuevo, que bueno».

– El sábado volvés a la tele después de nueve meses, ¿Extrañabas?
– No. Puedo vivir bien sin eso, no soy un animal televisivo que tiene que estar en la pantalla todo el tiempo. Pero una vez que definimos que íbamos a arrancar ahora, estoy con todo.

– ¿Por qué creés que funciona el formato de «PH, Podemos Hablar»?
– Siempre le pongo muchas secciones nuevas, pero la esencia siempre es la misma. Pero me pregunto cómo abrir historias y emocionar televisivamente.

– ¿Creés que va a ser difícil lograr esos objetivos en un año electoral tan complejo?
– Depende de cómo lo encares. El tema está y a mí me gustan las mezclas raras, como por ejemplo cuando vinieron Aníbal Fernández y Silvia Süller, que te permite ver a un político fuera de su ámbito, lo ves como es de verdad. No es lo mismo si va a TN; en «PH» te puede tocar lo que sea y para mí eso es hermoso.





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